La cosecha finalizará antes de lo previsto, los empaques ya comenzaron a cerrar la temporada y se redujo la mano de obra que demanda el sector. Dudas sobre la continuidad del Programa Intercosecha.
Salas indicó que el único producto del limón que presenta un escenario prometedor es el de la pulpa y cáscara deshidratada, que sirve para la producción de pectina y fibras dietarias. La primera es de uso amplio en la industria alimentaria debido a sus propiedades gelificantes y espesantes; mientras que las fibras (para consumo humano y animal) se pueden incluir como ingrediente en diversos productos alimenticios para reducir el consumo de grasa. Por ejemplo, en los embutidos. El principal problema radica en que en Tucumán todavía no hay una planta capaz de procesar la cáscara y la pulpa para estos usos, solo existe una de dimensión acotada en la que todavía se desarrolla una experiencia piloto. «Pero todavía falta mucho tiempo para que esto se generalice y mientras tanto, la producción local está muy complicada», analizó.
Fincas abandonadas
Este escenario fue confirmado por el productor Pablo Padilla, presidente de la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (ACNOA). En diálogo con Ámbito, describió como catastrófico el escenario presente y para el futuro de la citricultura limonera. «Hay fincas que se están abandonado y la fruta quedó en los árboles porque el productor no tiene recursos para cosechar. Es más, hay algunas que se están desmontando con topadoras, sin que se hayan cosechado, están desapareciendo», aseguró. De acuerdo a los datos de ACNOA, en los últimos meses se han erradicado hacia otro tipo de plantaciones unas 7.000 hectáreas (antes limoneras) y hay cerca de 11.000 en estado de abandono.
Lamentó el empresario que haya fracasado el intento de creación del Instituto para el Crecimiento y Fomento del Limón, que contaba con el apoyo del gobierno provincial y de un sector del empresariado. El fuerte rechazo de las empresas más grandes bloqueó el avance de esta iniciativa. «No solucionaba todas las problemáticas la existencia de este instituto pero hubiera servido para que en una mesa, con participación del Estado y sus políticas públicas, nos sentemos todos hasta alcanzar acuerdos básicos. Que no sea el ‘sálvese quien pueda’ que estamos viendo ahora», dijo.
Como ejemplo de acuerdos, destacó al sector azucarero que, por medio del Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol de Tucumán, establece marcos mínimos de convivencia y avanza en la generación de subproductos, como el etanol. «Algunos creyeron que se pedía la intervención del Estado pero no era eso, ni nunca lo fue, solo se pretendía que las políticas públicas acompañen al productor», cerró. El panorama augura una rentabilidad negativa para este negocio, situación que no tiende a cambiar.
Dudas por Programa Intercosecha
Según un estudio realizado por el área Sensores Remotos y Sistemas de Información Geográfica (SIG) de la EEAOC, Tucumán cuenta todavía con unas 41.990 hectáreas netas de limón, pero en retroceso debido a la crisis que está presente desde hace tres temporadas, al menos. En el país se producen entre 1,8 y 2 millones de toneladas de limones. De este total, 240.000 toneladas se exportan como fruta fresca, 200.000 se destinan al consumo interno y unas 1,5 millones de toneladas se industrializan en 15 fábricas, once de ellas ubicadas en Tucumán, de ahí la importancia que tiene la actividad para esta provincia.
Por ello, Ámbito consultó sobre este escenario al secretario general tucumano del gremio de los cosecheros del limón, Germán Ferrari de UATRE, quien no dudó en indicar que «estamos frente a una situación grave», considerando que todos los años la citricultura compromete la mano de obra de 50.000 tucumanos que trabajan en la cosecha, en los empaques y en las fábricas citrícolas. La mayoría, como temporarios, entre abril y agosto.
«Por el contexto mundial, el exceso de fruta local y el bajo rendimiento en calidad por hectárea, debido a las lluvias, los empaques para exportación ya comenzaron a cerrar sus puertas y la cosecha terminará un mes antes de lo previsto», contó el gremialista. Esto redujo a 40.000 los trabajadores del citrus durante este año. «Lo más complicado es que todavía no hay ninguna novedad desde el Ministerio de Capital Humano sobre la continuidad del Programa Intercosecha, dirigido a los temporarios del sector agrario, pero esperamos que no se corte, en un escenario de un severo ajuste», sostuvo Ferrari.
Informó que el año pasado tuvieron este beneficio de la Nación y por seis meses cerca de 25.000 trabajadores, más otro grupo que fue contenido con fondos provinciales. Lamentó que se haya suspendido desde Capital Humano la tarjeta que se les entregaba a los trabajadores, junto con los fondos del Intercosecha, para la compra de mercadería.
«No sabemos con quién hablar porque en las oficinas locales del exministerio de Trabajo de la Nación todavía no se designó a nadie», agregó. Para cerrar, indicó que UATRE trabaja en la elaboración del padrón de cosecheros que en breve quedarán desocupados y gestionarán una audiencia con el gobernador Jaldo, a quien le expondrán la situación del sector.
Fuente: ambito.com